Los mensajes subliminales en el último videoclip de Los Bunkers


La banda nacional “Los Bunkers” ha sido acusada, con no poca razón, de haberse convertido en una banda mediocre, salamera y hasta aburrida, pese a que desde sus dos o tres primeros discos prometían una interesante evolución, cuestión que se frustró una vez que pisaron tierras mexicanas. Y como no, la visión de pop -o debiéramos decir poop- idiota adolescente en que convierte toda música las tierras aztecas es desesperante. Los mexicanos no solo se empeñan en mantener viva la idea de que Luis Miguel existe, sino que cualquier banda de rock castellano tiene que convertirse necesariamente en Kudai.
Pero ese no es el punto. A lo que queremos ir es que, por el mismo hecho de la mexicanización, se nos ha pasado por alto que después de todo, siguen siendo cabros de Concepción, y el pequeño guiño a los chilenos ha pasado absolutamente desapercibido. Nosotros lo hemos encontrado, y por ello que en Loserpower lo desnudamos para ti. 
La enorme cantidad de mensajes subliminales que contiene este video es sumamente perturbadora. ¿Qué pretendían estos comunistas? ¿Lavarnos el cerebro? Por suerte que nadie los pesca en Chile, y medio borrachos mientras hacíamos una felación a una estatua del Generalísimo Franco nos hemos dado cuenta de estos detalles.



El video parte con la vista de una cinta roja: la línea de meta. La línea de meta representa la línea de meta, el llegar a la Universidad. El largo camino al éxito. Es que cuando uno tiene nueve, diez, doce años, no lo sabe, pero la sociedad lo prepara a uno para llegar a la Universidad. Pero ese es todo el misterio. Nada de esas mierdas de ser buena persona, usar los cubiertos y comprender la poesía.
Entonces el niño comienza a correr, hasta que aparece una maraca y queda a mitad del camino.

El muchacho iba ganando…
El mensaje es claro: si piensan en pololear en la adolescencia, quedarán sin llegar a la universidad. Una analogía al embarazo adolescente.
                                                       hasta que apareció ella.
                                                          y ganó Golborne.
                                                         Cara de pena y fracaso.
                                                           Cara de trollface y victoria.
                                                         Maraca culia me cagaste la vida.

Pero eso no es todo en lo inquietante del mensaje de Los Bunkers, comunistas obsesionados en bajar las tasas de natalidad de nuestro país para debilitarlo con miras a la invasión boliviana para la recuperación de la patagonia. Hay una directa acusación contra el espíritu emprendedor. ¿Hasta dónde quieren llegar?

El clásico juego de las bolitas, señalando el límite canónico desde el cual deben ser lanzadas las mismas hacia el círculo. Una norma de justicia para que todos los participantes puedan mostrar su destreza en igualdad de condiciones. Nótese: uso de zapatillas Tigre. Yo las tuve, por algo lo sé. Eran bacanes, aunque uno quedaba con el terrible olor a pata y la plantilla se deshacía y a los meses se te quedaba la planta de goma marcada en el pie.
Pero ¿Qué hace Lorence? Se pone un poco más adelante. Injusticia. Se salta las reglas al jugar el juego de la vida. Así no solo llega a la Universidad: también logra el éxito en la vida haciendo trampa.
Y claro, nadie se da cuenta de la trampa, si están todos mirando las bolitas. Golborne gana (me da paja sacar otra captura) y nadie reclama. Las bolitas son todas para él, y uno, con la tarjeta de crédito.
                                                                  Es posible
Pero en rigor el problema no es el tema de las bolitas. O el de la carrera. El tema, es, para variar, una mina. Y la mina se llama…
                                                                La presidencia.
                              Me cagó este culiao otra vez :( Corte Suprema y Sernac, ayúrenmen
Y bueno, el típico cumpleaños de cabro chico. Suflito, chisito, chis pó. Serpentinas, globos y bebidas. Ojo, que a finales de los noventa no habían “bebidas alternativas” así que el que daba una fiesta de cabros shigos debía atenerse al hecho de que se requeriría un presupuesto bastante holgado para poder sufragar todo lo que implicaba la fiestita. Claro, nada nos haría pensar que en diez años más nuestros cumpleaños serían mucho más sombríos; los más afortunados lo celebrarán con unas baltilocas en Subida Ecuador en un local de asientos y piso pegajoso y olor extraño luego que la Ley del Tabaco ya no permitiera quemar ni incienso para que la weá pase piola, o la aun peor expresión posmoderna de cumpleaños, leyendo cada posteo de felicitaciones que te hacen en el muro de feisbun.
Así es como en un gran gesto republicano, nuestro ciudadano concertacionista va a la fiesta de Golborne y ofrece su saludo.
Pero Golborne solo le ofrece una tarjeta de crédito. Y es que se puede hacer el gracioso, pues en su cumpleaños, con productos todos de marca Jumbo y pagado por su papá Horst, él es el rey de reyes.
Ándate a la chucha, dice el comunista resentido por no lograr sus metas, todo porque a mitad de camino dejó embarazada a una mina, a la mismísima Camila Vallejo, que ha hecho de su embarazo un arma electoral, como lo advirtieran los preclaros analistas políticos como Pablo Lira.
Aquí uno se imagina a Krumm dando instrucciones al actor: “Oye, cachai al forever alone? El de los memes de porlaputa? Ya, pone cara de forever alone. Aajajaja, que chistoso este cabro”.
                                                              Que lata wn!
En todo caso, a estas alturas uno no sabe si la cuestión está ambientado en los ochenta o en los noventa. Uno podría sospechar por la ropa que es en los ochenta, pero la cantidad de comida que hay y los mantelitos plásticos lo hacen a uno suponer que son los tardíos noventa. Es que en los ochenta uno celebraba el cumpleaños con queques no más por que más huevaditas salía muy caro. Además que ahora todos se creen Boris Quercia. ¿Cómo está la sopa mijito? Es la sopa más rica del AJHHJJJNOTENGOPEGACONCHETUMARE
                             Y llega ELLA. La pérfida. La que saluda de beso en la mejilla a Lorence
                                                         Se encienden las alarmas.
Weón, ¿Cuál era el asunto de pasarse la mano por el pelo? Con ese corte de niño paqueado por un inspector chuchesumare, de esos que te rompen los papeles que pegan en las paredes pensando que son panfletos subversivos cuando se trataban de poemas de premios nóbeles para celebrar el día del niño, no veo que tenga mucho efecto el “arreglar” el peinado. De hecho, entre estar calvo y con corte de pelo escolar no hay mucha diferencia.
La parte del partido de fútbol escencialmente repite la misma idea: Golborne que hace trampa, nuestro ciudadano talentoso que sigue las reglas es obnubilado por la visión de la muchacha que intenta cortejar y caga, etc. No hay pa qué seguir dandole vueltas al asunto, en especial cuando resulta que
                            Golborne termina bailando, para pica de todos, con La presidencia.
Pero entonces, ¿Qué pasa? Que no falta el Ciper, no falta el Mosciatti en este mundo de sombra y de luz en que la verdad se suele ocultar pero siempre suele llegar alguien que no la deja de buscar, que llega, apaga la luz, te caga, te funa y quedai con tragedia.
Aquí va a quedar la cagá conchetumare. Mágica transformación en super bailarin artistico.
                                              Baila, Machine, Baila; Baila Machine Baila
                                    Basta ya: Laurence Golborne convoca a conferencia de prensa, enciende la luz            y golpea la mesa: no puede aceptar más este tipo de cosas. Pero ya es demasiado tarde.
Ahora todos cachan que anduvo manoseando en las Islas Vírgenes.

Lección: Que no importa lo que haga Golborne, nosotros bailando, y bailando solo podemos cagarlo. Y de paso yendo a la notaría y preguntar dónde puedo comprar acciones de Sunford.
Bueno, chao.

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