Tips para los que no logran bajar de peso corriendo


Si empezaste a entrenar pero no ves resultados en tu cuerpo, en esta nota te damos algunas recomendaciones para que sí empieces a notar cambios.

Muchas personas comienzan a correr para bajar de peso y es correcto. Correr, como muchos otros deportes, ayuda a quemar grasas.
Sin embargo a muchos corredores les cuesta perder peso o incluso algunos aumentan uno o dos kilos. No hay una respuesta sencilla ni general para todos los atletas, pero sí hay algunas cuestiones que pueden ayudarte a entender por qué sucede esto. 

Respetar calidad y cantidad:

En primer lugar,  tal vez estés comiendo más calorías de las que necesitas. Si estás entrenando pero no lográs  quemar más calorías de las que consumís, no vas a notar ninguna diferencia. 
Es muy común que en este intento de tener una dieta saludable, los deportistas tengan un comportamiento bastante acertado en cuanto a la “calidad” de su dieta pero a veces aparece el problema de que esa dieta tiene un “valor calórico total” muy alto en función al desgaste y a su peso corporal.
El problema del deportista son las cantidades (sobre todo en los varones). Es una realidad, hacer mucho deporte da apetito y también sucede que en algunas ocasiones la gente tiene la falsa creencia de que “como es una alimento sano y de buena calidad lo puede comer en libremente sin medir la ración”. Intentá respetar las porciones, realizar las cuatro comidas principales y 2 colación (media tarde – media mañana) incorporando frutas, verduras y alimentos bajos en grasas. 

El músculo es más pesado que la grasa: 

Otra explicación es que al realizar ejercicio ganás masa muscular y pesa más que la grasa. Entonces, la balanza puede marcar que no estés bajando de peso pero sí estás más tonificado que antes. Tratá de prestar atención a cómo te sientes en general y cómo te queda la ropa. 
Para saber si estás ganando masa muscular podés consultar con un médico nutricionista para que realice un seguimiento y estudie cuál es tu porcentaje de grasa y de músculo.  

Alterná los entrenamientos:

Si corrés por lo menos 3 veces a la semana podés empezar a hacer cambios de ritmo. Lo ideal es que alternes trabajos de fondo con trabajos de pasadas (velocidad). Las primeras semanas de entrenamiento estás en la zona de quemagrasa, que es aquella en la que el cuerpo consume fundamentalmente las grasas. 

Esto sucede a ritmos suaves y luego de que pasan los 35 minutos de carrera. Pero como el cuerpo se adapta y se vuelve más eficiente, a igual entrenamiento consume menos calorías. Por eso es necesario variar los trabajos para quemar más calorías.

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