Odiaba ser un símbolo sexual, una cara bonita, un escote generoso. Detestaba por igual a la farándula, a los productores, a los policías y a los siquiatras.
Desde muy joven tuvo que soportar el estigma de ser identificada como atea y comunista, algo imperdonable para la sociedad americana de la época.
La espectacular destrucción de la bella, sensitiva y emocional actriz Frances Farmer aportó a Hollywood otro drama sacado de la vida real.
Talentosa, hermosa e inteligente, Frances Farmer, la loca, la nueva Greta Garbo, pagó muy caro su oposición a la “fábrica de estrellas”. Sus "desplantes y locuras" llenaron las portadas de la prensa sensacionalista, entre 1936 y 1970 donde sólo se remarcaba que era alcohólica, adicta a las anfetaminas y mentalmente insana.
Nadie, jamás, se apiadó de ella ni le tendió una mano, no les interesaba la raíz de sus adicciones y pagó muy caro ser diferente.
La versión "corta", idealizada y conocida, de la historia de Frances puede ser resumida en: Una joven e idealista actriz que desafía la hipocresía de su mundo y se convierte en la víctima de su despreciable madre, de un Hollywood vengativo y de arrogantes y despiadados siquiatras que en conjunto fuerzan su internación en un hospital mental donde es sometida durante años a constantes electro shocks y otros tratamientos salvajes, donde es violada sistemáticamente por los enfermeros, sus compañeros de infortunio y los soldados de una base cercana, hasta que su espíritu rebelde es completamente destruído y deja el hospital convertida en una "media mujer", sólo la sombra de la que fue.
Cualquiera sea la verdadera historia de lo que sucedió con ella en el hospital mental, si es verdad o no que finalmente sue sometida a una lobotomía y decenas de otros escabrosos "detalles", lo cierto es que todo ha sido eclipsado por la mitología alrededor de su figura, aunque algunas cosas si son claras, el comportamiento que finalmente llevó a Frances al hospital mental hace 70 años hoy no desperaría ni la menor atención, sería apenas una "chica rebelde" más y punto, así como probablemente hoy nadie recordaría a Frances de no haber sido el objeto de ese salvaje tratamiento.
Frances nació en Seattle, el 19 de Septiembre 1913. Su padre Ernest era un tímido abogado; su madre Lillian era una mujer ambiciosa, mandona y con un carácter volcánico que comienza defendiedo algunas causas feministas para terminar siendo una ferviente Anticomunista. Cuando se casó con Ernest estaba divorciada y ya tenía una hija. Juntos tuvieron una hija, Edith; más tarde nació Wesley y luego Frances.
Comenzó su carrera artística junto a su hermana Edith con una obra teatral a los 14 años, La hija del pirata; un crítico local dijo que su destino serían las luces de Broadway.
En la High School se destacó por ser campeona de oratoria y una lúcida escritora. Fue redactora juvenil, jugadora de voleibol y basquetbol, integrante del gobierno estudiantil y alumna de honor.
En 1931 ganó 100 Dólares en un concurso literario del colegio, con un ensayo sobre la muerte de Dios titulado "God Dies". Los diarios locales de Seattle reportan la noticia con titulares como "Chica de Seattle niega a Dios y gana un premio". La noticia es distribuída a los diarios de todo el país y los ministros de las iglesias protestantes la usan a ella y su profesora de literatura como muestra de la evidencia del "rampante ateismo" de la educación púbica, llegando un ministro Baptista a señalar en los periódicos "Si la juventud de Seattle se va al infierno, Frances Farmer es la que los va a llevar"
Años después Frances diría que la negativa reacción a su ensayo marcaron sin duda un punto de no retorno en su vida, señalando que era muy triste ver hasta que punto podía llegar la estupidez humana y que una vez que todos la llamaron " La Chica Mala de Seattle " fue como si ella hubiese querido vivir haciéndole honor a ese mote.
Farmer ingresa en la Universidad de Washington a fines de 1931, primero en la carrera de periodismo para luego pasar a teatro. La economía familiar no pasaba por un buen momento y Frances se pagó sus estudios trabajando como vendedora de periódicos, acomodadora de un cine y camarera de un restaurante.
En 1934, luego de una representación de una obra en la Universidad un crítico local señaló que "Frances estaba destinada para las luces de Broadway”. Frances tenía el mismo sentimiento sobre su destino y ella luego escribría en su autobiografía "Yo estaba consumida por la ambición, yo quería ir a la cima y no iba a permitir que nadie se interpusiera en mi camino".
El problema era como llegar a Broadway y la solución se presentó en Marzo de 1935, cuando Frances gana un viaje a la Unión Soviética por sus ventas de suscripciones de "The Voice of Action" un periódico de izquierda de Seattle. El premio incluía un viaje de Seattle a Nueva York y de ahí a Moacú.
Las noticias hicieron que Frances fuera nuevamente sujeto de una controversia nacional. Su madre, celosa de su hija y convencida de que los actores y profesores comunistas de la Universidad la habían corrompido, lideró la campaña en contra de Frances afirmando a los periódicos "La daga Soviética se ha clavado profundamente en el corazón de América" y "Si yo debo sacrificar mi hija al Comunismo espero que otras madres puedan salvar a sus hijas". Líderes cívicos de Seattle acompañaron a la madre de Frances en la campaña denunciando el viaje como "Propaganda Bolchevique".
Farmer insistió en que ella no estaba interesada en el Comunismo y que sólo quería estudiar el Teatro Ruso pero ella admitiría más tarde que su real objetivo era simplemente llegar a Nueva York.
Después de visitar Moscú, no tomó el autobús de regreso a Seattle y se quedó en Nueva York: alquiló una habitación y comenzó su ronda de castings por toda la ciudad. En poco tiempo ya tenía un contrato con la Paramount por siete años; aunque su verdadera pasión era el teatro, y veía el cine como un medio para conseguir su fin.
Se plegó a muchas de las exigencias de los estudios, practicando horas y horas y haciendo sesiones de fotos en traje de baño, pero no era una “starlet” al uso; no vestía ni se comportaba como ellas, Frances no quería ser un simple objeto erótico y se negó a cambiarse el nombre, cosa habitual en aquella época.
Al inicio de 1936 se casa con Leif Erickson, un joven actor de la Paramount. El matrimonio resulta ser infeliz y la pareja se separa un año después.
Al llegar el fin de 1936, Frances había filmado cuatro películas, yendo lentamente desde roles pequeños hasta que le llegua el papel estelar en su mejor film, Come and Get It, en la que Frances interpreta un doble rol como cantante de cabaret y su virginal hija. Su interpretación es calificada de "sensacionalmente brillante" y todos comienzan a hablar en Hollywood del nacimiento de la próxima Greta Garbo.
Apenas un año y medio después de haber dejado Seattle en ómnibus, entre acusaciones de "atea y comunista" ella regresa triunfalmente y por avión para el estreno de Come and Get It, la llevan en lomousine a recorrer la ciudad y se le ofrece una recepción a la que asiste hasta el Gobernador del Estado.
A pesar de su rutilante éxito, Farmer con su carácter volcánico, libre, decidida e independiente, no se calla cuando públicamente se refiere a Hollywood como "Una casa de locos" y pronto gana la reputación de ser demasiada temperamental y una persona difícil para trabajar. Pese a ello filma 3 películas en los primeros 6 meses de 1937 pero ninguno de ellos llega al nivel de suceso de Come anf Get It.
Frustrada con Hollywood y el rumbio de su carrera y todavía soñando con convertirse en una estrella del teatro, ella logra convencer a Paramount para que le den una licencia en su contrato para hacer dos obras de teatro en Nueva York. En Noviembre de 1937 ella es la protagonista de la obra Golden Boy de Clifford Odets y realizada con intérpretes del famoso círculo de teatro izquierdista Group Theater.
La obra se convierte en el mayor éxito de todos los tiempos del Group Theater, realizando 250 representaciones continuadas en Nueva York para seguir luego con una gira nacional. Todos alaban la inteligencia y la profundidad de la interepretación de Frances y se la considera la "Nueva Sensación de Broadway".
A los 24 años parecía ser que Frances había logrado todo lo que se había propuesto en su vida pero ese sería sólo el pináculo de su vida y su carrera y a partir de ese momento todo sería cuesta abajo.
Mientras representa Golden Boy, Frances se enamora perdidamente de su autor Clifford Odets en un affaire tempestuoso que tendría un efecto desvastador en la vida de Frances, cuando la relación termina abruptamente al recibir ella una nota de Odets que decía: " Mi esposa regresa hoy de Europa y creo que lo mejor para nosotros es que nunca más nos volvamos a ver".
Frances se " refugia" en la bebida y nuevas frustraciones se suman cuando, a instancias de Odets, la dejan afuera de la gira europea de Golden Boy y las dos obras siguientes que interpreta en Nueva York no alcanzan el éxito que ella espera.
Desilusionada y con el corazón roto Farmer regresa a Hollywood pero ya nada será lo mismo. Filma 2 películas en 1940 y 4 en 1941, la mayoría de bajo presupuesto e intrascendentes y cada vez con roles menores para Frances.
Desde 1936 hasta 1942, Farmer apareció en 18 películas, tres obras de teatro y 27 programas de radio. Para mantener ese ritmo consumía anfetaminas, las que en la época se usaban como complemento dietario para adelgazar, (hasta 1970 se desconocieron sus efectos adictivos y la posibilidad que produzcan esquizofrenia si se abusa de ellas), bebía bastante y estaba obsesionada por perder peso.
Fue esta combinación de factores lo que lanzó su vida al vacío, en caída libre y sin que nadie le ayudara. La dejaron sola.
Colapsó, agobiada por las presiones del medio artístico y sus frustraciones. Las furias se lanzaron sobre ella y la arrastraron a un mundo de camisas de fuerza y carceleros.
Durante lo primeros nueve meses de 1942 se encerró en si misma, completamente sola y amargada, aferrada a la bebida y a las anfetaminas, comenzando a escribir sus memorias como una forma de "purgarse" a si misma.
Nunca se sabrá definitivamente si ella estaba mentalmente enferma o sufriendo los efectos del abuso del alcohol y las anfetaminas. Lo cierto es que su descenso al infierno se acelera el 19 de Octubre de 1942 cuando su auto es detenido por un puesto policial por andar con las luces altas en un lugar que, en tiempos de guerra, debía ser de luces bajas. Ella discute con los policias y es arrestada bajo cargos de conducir en estado de ebriedad y conducir sin licencia. La condenan a pagar una multa de US$ 250 y a 180 días de prisión en suspenso.
Después de pagar la mitad de la multa va a México para trabajar en el proyecto de un film independiente que nunca se llega a realizar. Cuando regresa a Hollywood se encuentra que sus familiares la habían hechado de su bungalow alquilado y depositado sus pertenencias en un hotel porque se estaba quedando sin dinero.
En Enero de 1943 la contratan para un rol en la película de bajo presupuesto Sin Escape. En el primer día de filmación discute con una peluquera del estudio, la abofetea y le disloca la mandíbula. Luego de la denuncia, la policía descubre que aún no había pagado el saldo de la multa anterior y esa misma noche es arrestada en su hotel y se le levantan cargos por violación de la libertad condicional y el ataque a la peluquera. Tiraron la puerta abajo del hotel y la encontraron agazapada en el baño; la levantaron en vilo y la tiraron desnuda en el vestíbulo, entre arañazos, gritos, insultos, forcejeos y patadas.
Los cables de noticias del día siguiente decían "No fue una chica glamorosa la que enfrentó el jurado". Totalmente desarreglada y hecha un estropajo enfrentó al juez desafiante y sarcástica. Cuando se le preguntó si había bebido desde su última aparición en la corte en Octubre de 1942 ella dijo "Si, me tomé todo lo que pude conseguir, incluso Benzedrine (anfetaminas)". Fue sentenciada a cumplir efectivamente los 180 días de prisión impuestos en 1942 y cuando inexplicablemente se le negó el permiso para llamar a un abogado Frances comenzó una verdadera batalla campal en la corte, golpeando oficiales de la policía y arrojándole un tintero al juez mientras gritaba " Alguna vez les han roto el corazón?".
Sus fotos fueron titulares de todos los diarios sensacionalistas de Estados Unidos. Su madre, mientras tanto, afirmaba que su arresto era sólo una campaña publicitaria para luego decir que la causa de la crisis de su hija se debía a su adhesión a la causa del Comunismo Internacional.
La familia de Frances contacta a un siquiatra, y en vez de terminar en la cárcel Farmer es transferida al pabellón siquiátrico del Hospital General de Los Ángeles, luego que el mismo diagnosticara que Frances sufría de una "sicosis maníaca depresiva" que podía ser el anticipo de una definitiva demencia precoz.
A partir de ese momento Frances pasó la mayor parte de los siguientes 7 años en instituciones mentales en las que fue tratada alternadamente de "sicosis maníaca depresiva", "personalidad bipolar", esquizofrenia, depresión y hasta de sufrir ilusiones paranoicas.
En esos 7 años que Frances pasó en instituciones mentales sufrió todo lo que uno se pueda imaginar e incluso lo inimaginable, la violaron en serie, casi la ahogaron en agua helada, le llegaron a aplicar electroshock 3 veces a la semana durante años, la mordieron las ratas y la envenenaron con alimentos podridos.
Su tratamiento comenzó con shocks de insulina, en la que se le inyectaba una sobredosis de esa droga para inducirle convulsiones que derivaban en un estado de coma. Este tratamiento más tarde se demostró que era peligroso, destructivo e inefectivo pero era un procedimiento psiquiátrico normal en 1943.
En su autobiografía Farmer describió el shock de insulina como "un brutal ataque físico que no sólo te golpeaba en el cerebro sino que te shockeaba todo el cuerpo hasta dejarte hecha una basura en medio de las náuseas y el dolor."
Los abogados de Frances lograron que a fines de Septiembre de 1943 se la liberara, bajo la custodia de su madre en Seattle. Al poco tiempo la convivencia entre ellas se tornó insoportable por las constantes peleas entre dos "enemigas íntimas".
Seis meses después, su madre hizo una presentación en la Corte para que se declare a su hija una persona mentalmente insana y fue nuevamente llevada a otro Hospital para su "tratamiento".
En Marzo de 1944, dos siquiatras testifican que Farmer era legalmente insana e incluso el abogado defensor asignado por el Estado apoyó la moción, negándosele el derecho a que se la someta a un juicio para determinar su estado mental.
Ella fue enviada al Hospital para "Insanos" del Estado de Washington, un lúgubre "loquero" donde se desarrollarían las peores vejaciones sobre la indefensa Frances.
En ese hospicio el tratamiento preferido eran las terapias basadas en electroshocks en la que se le pasa al paciente corriente eléctrica a través del cerebro por 2 segundos cada vez, hasta que se desorienta, pierde la memoria y colapsa.
Luego de tres meses de "tratamiento" los doctores afirmaron que Frances estaba recuperada y vuelve a ser puesta en libertad, nuevamente bajo la custodia de su odiosa madre. El día después de llegar a su casa Frances es reporteada por los periodistas y afirma " Todo a sido una terrible pesadilla".
En Mayo de 1945, su madre la vuelve a denunciar como insana y es enviada nuevamente a otro hospicio para locos del que no volverá a salir por los siguientes 5 años.
Aunque parezca increíble, es durante esta última internación que lo peor "estaba por venir" para Frances. El lugar en que la internan alojaba 2700 pacientes, 500 más de la capacidad oficial, donde sólo había 14 doctores, 15 enfermeras graduadas y 23 asistentes, 5 veces menos de las que deberían tener de acuerdo a los stándars del Comité para Instituciones Mentales.
Las condiciones de abandono de las instalaciones con más de un siglo de construcción, la falta de higiene y la insalubridad del ambiente eran totales. Ventanas rotas, carencia de frazadas y camas eran los males menores. Los pacientes eran obligados a irse a "la cama" a las 4 de la tarde y debían permancer ahí encerrados durante 12 horas.
Dadas las condiciones del lugar, los siquiatras querían "sacarse de encima" a los pacientes lo más rápido posible, por ende la práctica más común era la infame Lobotomía, una operación cerebral en la que se cortan nervios en el cerebro, que se pensaban eran la cuasa de los disturbios emocionales, cuyo resultado era prácticamente convertir una persona en poco más que un zombie.
Existen muchas controversias sobre si Frances fue o no sometida a una lobotomía y esto es aún materia de debate, lo que casi nadie niega es que Farmer fue obligada a sesiones diarias de "hidroterapia" que consistían en tirarla desnuda al piso y lanzarle barras de hielo durante horas, que fue ultrajada casi diariamente por el personal del Hospital, violada constantemente, "alquilada" como prostituta a soldados de una base cercana y sometida a golpes y maltratos constantes, obligada a recoger y comer su comida del piso disputándosela a las ratas y a los demás pacientes.
En Marzo de 1950, luego que su madre sufriera un ataque al corazón, Frances es puesta nuevamente en libertad y bajo su custodia para oficiar de "enfermera de domicilio las 24 hs. del día". Ironía del destino, Frances tuvo que cuidar de la salud de su madre, que tantas veces la había mandado internar por loca.
Frances no recuperó sus derechos civiles hasta 1953 y en el mismo día que los obtuvo comenzó a trabajar en la lavandería de un hotel.
En Abril de 1954 Frances se vuelve a casar con un operario de equipos pesados, Alfred H. Lobley, para separarse sólo seis meses después y abandonar Seattle y dirigirse nuevamente a California.
En California pasa los siguientes 3 años trabajando como secretaria y nunca más se puso en contacto con su madre, quien fallece en 1955 para luego morir su padre en 1956.
A mediados de 1957, Frances es "redescubierta" por Leland Mikesell, un productor de radio, trabajando en la recepción de un hotel y la noticia lleva a que se la entreviste en el famoso show televisivo de Ed Sullivan.
Después de la repercusión del programa con Sullivan, en Agosto de ese año finalmente vuelve al escenario del teatro en una pequeña obra, su primer rol en 15 años.
Frances luego aparecerá en varias series de TV, obras de teatro veraniegas y en una película. En 1958 Se vuelve a casar, con Leland Mikesell pero su matrimonio sólo dura unos meses. Su carrera no despega y finalmente ese mismo año recala en Indianápolis, como presentadora de películas en un canal local, donde permanecerá varios años con relativo suceso.
Frances finalmente muere de cáncer de esófago el 1 de Abril de 1970 en Indianápolis.
La única mano abierta que encontró Frances en su caída fue la del periodista John Rosenfield, quien denunció los maltratos a la actriz. El resto de amigos siguió los dictados de Louella Parsons, que escribió: “La cenicienta de Hollywood ha regresado a sus cenizas por el resbaladizo sendero de la bebida.”
Los tormentos sufridos la convirtieron en una leyenda, reflejada en tres biografías, igual cantidad de películas, varias obras teatrales en Broadway, numerosos artículos periodísticos y canciones.
La trágica vida de Frances fue llevada al cine en 1982, con una película homónima protagonizada por Jessica Lange, que le mereció una nominación al Óscar. Los críticos consideraron la actuación de Lange como la mejor en los últimos 25 años del cine en el siglo XX.
El cantautor y guitarrista grunge Kurt Cobain compuso "Frances Farmer se vengará en Seattle", que incluyó en el álbum de Nirvana In utero, de 1993.
Genio y locura siempre van de la mano. Frances vivió y murió sola; bebió del agua de la demencia y un día, como profetizó Cobain: “volverá como el fuego, para quemar a los embusteros y dejar un manto de cenizas en el suelo.”
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